Mariposas negras sigue deslumbrando. La película dirigida por David Baute se ha coronado en la categoría de Mejor película de animación en los Premios Platino, que celebran lo más destacado del audiovisual iberoamericano. El reconocimiento amplía todavía más su impresionante palmarés, que incluye el Goya, el Forqué y el Gaudí, por nombrar algunos.

También representa un galardón histórico para nuestras industrias, al ser la primera vez que Panamá se lleva esta categoría. En el caso de España, se trata de su octava estatuilla, con la que afianza todavía más su dominio en la terna.

 

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Fuera de la animación, el reconocimiento destaca por la visibilidad que promete dar al filme en toda nuestra región. Hablamos de un título que aborda un mensaje urgente en el panorama contemporáneo, aunque poco tratado por los medios y las artes: el caso de los refugiados que lo han perdido todo a causa del cambio climático. Es el reflejo de una crisis que ya está aquí y que ya nos afecta de lleno como comunidad global.

En su momento, el director David Baute nos dijo en entrevista: “Desde el cine intentamos generar una herramienta de utilidad para la población, desde el arte. Se entiende el concepto de arte no solo desde un nivel autoral, sino también a nivel crítico, a nivel de plantearnos los retos que tenemos con el planeta, como es el caso de nuestra película. En definitiva, creo que el arte puede ser un vehículo importante para concienciar”. Vaya que sí.

El recorrido de Mariposas negras no termina aquí. Su siguiente escala son los Premios Quirino, donde figura en la lista de finalistas a Mejor largometraje.

Mariposas negras muestra como el cambio climático impacta en las vidas de Lobuin, Vanesa y Soma, tres mujeres de puntos muy distintos del planeta, pero con algo en común: las tres lo pierden todo por el efecto del calentamiento global y se ven forzadas a migrar para sobrevivir. El filme narra sus historias, su lucha por no desaparecer pese a que su lugar de origen ya no exista. Vidas que, como las de miles de personas que sufren en sus carnes las consecuencias del calentamiento global, merecen ser contadas.