Cada vez es más común que las academias cinematográficas de los distintos países volteen hacia la animación en la búsqueda del Oscar internacional. Una apuesta arriesgada, pero que empieza a dar resultados ante la creciente erradicación de los viejos estigmas animados. La más reciente prueba de ello es Flow, que dirigida por Gints Zilbalodis, ha alcanzado la nominación como representante de Letonia.

El celebrado filme se suma de este modo a una selectísima lista integrada por la danesa Flee, que dirigida por Jonas Poher Rasmussen, fue nominada en ambas categorías, así como en la terna documental.

El siguiente objetivo para Flow es hacerse con al menos una de las dos estatuillas, una misión más compleja de lo que muchos podrían pensar. En la teoría, una nominación múltiple debería dar mejores posibilidades, aunque hay quienes dicen que esto resulta en una división de votos por parte de los académicos. Esto explicaría el hecho de que Flee se fue con las manos vacías tras su triple nominación histórica.

Con estos antecedentes, sólo queda preguntarnos si algún día podremos ver a un filme de animación iberoamericana seleccionado para el Oscar internacional. España estuvo muy cerca de hacerlo en 2019 cuando Buñuel en el laberinto de las tortugas de Salvador Simó fue considerada para representar al país, aunque al final la Academia española se decantó por Dolor y gloria de Pedro Almodóvar. Más recientemente, concretamente en 2023, Portugal contempló a Nayola de José Miguel Ribeiro, pero terminó inclinándose por Mal Viver de João Canijo.