La existencia humana siempre ha estado marcada por una serie de absurdos, en lo que parece ser un elemento clave para entender nuestra existencia como especie y sociedad. David Fidalgo Omil es muy consciente de ello y así lo ha aprovechado para la construcción de una ecléctica filmografía que no es sino un fiel reflejo de nuestra naturaleza. Una tendencia que apunta a extenderse con su nuevo cortometraje, Lucus.

La obra nos traslada al apogeo del Imperio romano, donde una pequeña joven vive dentro de la muralla de Lucus Augusti. La chica sufre visiones de la destrucción de su hogar y decide que tiene que impedirla. ¿Lo logrará? El tráiler nos da una buena idea al respecto.

A pesar de la fortísima carga dramática de la sinopsis, el cineasta nos adelanta que “es una historia con mucho humor que trata esencialmente de las buenas personas que tratan de hacer lo mejor pese a tener todo en contra. En este caso esas buenas personas son una niña huérfana repudiada, una vaca un tanto extraña y una caca rosa, que espero que se hagan con el cariño del público”. Y, por si todavía tienen dudas, nos explica que el corto “sigue la estela del anterior, Sandwich Cat, en cuanto a estilo y tono”.

Lucus estrenará internacionalmente en Animest, su apertura nacional será en Seminci, y luego continuará sus andares en Cinanima. Encuentros de enorme relevancia que auguran un recorrido festivalero plagado de éxitos.

Con Lucus, David Fidalgo Omil reafirma su habilidad para transformar lo absurdo en una herramienta narrativa poderosa, capaz de hacer reír, pero también de invitar a pensar. Una nueva pieza en su particular universo creativo que, sin perder su esencia lúdica y provocadora, promete dejar huella en la audiencia.