José Miguel Ribeiro se ha convertido en uno de los principales referentes de la animación portuguesa con una narrativa dura y profundamente crítica del mundo en que vivimos. Quizá los mejores ejemplos de esto sean su cortometraje Estilhaços y su largometraje Nayola, que dotados de historias y estilos distintos, comparten la preocupación del cineasta sobre las consecuencias de la guerra. El luso considera que es tiempo de tomarse un descanso de esta crudeza y así lo demuestra con su primera inmersión en el cine infantil.

La revelación ha llegado con selección 2024 del Mifa Pitches del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, que nos ha permitido conocer los primeros detalles del próximo proyecto del realizador. Se trata de un cortometraje titulado A Flor e o Piexe y cuya primera sinopsis explica que “a través de un pez y una flor, dos niños descubren que sólo necesitan dos dedos para hacer un anzuelo, dos manos para levantar una nube y un cubo para crear un malentendido”.

No es la única revelación. La ficha técnica confirma que la obra será realizada en 2D combinada con pixilación, mientras que en los detalles del género se habla de una producción dotadas de tintes artísticos, humorísticos y musicales. Y claro, también tenemos una primera imagen.

Si bien las revelaciones han sido pocas, desde ahora podemos confirmar que no debemos dejarnos llevar por los estigmas que rodean a la animación infantil. La experiencia y naturaleza propia del artista deja claro que estamos ante la concepción de un cortometraje profundo y plagado de reflexiones que impactarán de lleno en audiencias de todas las edades.

Con A Flor e o Piexe se confirman además los planes que José Miguel Ribeiro nos adelantó hace casi un año en entrevista, cuando nos confesó que “creo que tengo un corto, basado en un libro de un autor portugués, y es para niños”. Sobre este cambio abrupto tras Nayola, nos explicó que “me gusta trabajar para niños, es como otra dimensión mía. Una de ellas hace las películas de guerra y piensa la manera en que estas producciones pueden cambiar al mundo, pero hay otra que piensa que también puede conectar a la sociedad, pero está más vinculada con ponerse en la piel de los niños. Mirar el mundo y construir algo que pueda contribuir a la transformación desde los niños. Cuando trabajas para niños es la mayor transformación que puedes hacer porque cuando trabajas con adultos, ya son adultos y no cambiarán mucho. Pero los niños son la siguiente generación que regirá el mundo. Si cambias su modo de pensar contribuyes a que se pregunten sobre los grandes eventos y el mundo, quizá puedas cambiarlo todo más rápidamente que si trabajas para los adultos. Cuando trabajo para adultos trabajo para mí, cuando trabajo para niños lo hago para la transformación del mundo. Espero que el siguiente proyecto ayude a esta transformación”. Confiamos en que así será.