Greenpeace se ha apoyado en el poder de la animación en numerosas ocasiones para difundir su mensaje de conservación y cuidado al medio ambiente. La alianza crece de manera importante al anunciarse que la oficina de Asia oriental está trabajando en la primera serie animada de la organización no gubernamental: My Pet Footprint.

Creado en colaboración con el estudio de animación Wit & Wisdom, el proyecto nos trasladará a la década de los 2000 para presentarnos a Bella Tollman, quien siempre ha soñado con tener un perro como mascota. En lugar de eso, la joven debe lidiar con Betty, una huella de carbono hiperactiva y cambiante que contiene la conciencia culpable extraída de toda la industria de los combustibles fósiles. La manifestación física de los crímenes climáticos perpetrados por las grandes petroleras arrastrará a su reticente compañera adolescente a través del tiempo y el espacio, para presenciar de primera mano la destrucción ambiental, trastocando así la vida construida por Bella.

Lo descrito anteriormente nos deja claro que estamos ante un show atrevido y rompedor, que se apoyará de lleno en la sátira para arrojar una dura crítica a las petroleras. Sus mensajes serán reforzados con un ecléctico catálogo de personajes que incluye al director ejecutivo de la petrolera más poderosa del mundo, un dios egipcio que trabaja como limpiador de piscinas y una enigmática mujer que extrajo la culpa colectiva de las grandes petroleras.

La relevancia del show está clara, y más aún en los tiempos que corren. Aun así, la producción deja claro que se trata de una historia que exige ser contada porque saca a relucir un problema que va más allá de la contaminación y el cambio climático.

“Las grandes petroleras no solo contaminan el planeta; también intentan silenciar activamente el movimiento climático, como la reciente demanda SLAPP sin fundamento de Energy Transfer contra Greenpeace. Durante décadas, las compañías de combustibles fósiles han encubierto su papel en la crisis climática mientras amasaban miles de millones en ganancias. Mientras tanto, el clima extremo está destruyendo vidas, hogares y comunidades. Es hora de que rindan cuentas. Ahí es donde My Pet Footprint entra para cambiar el guion. No estamos aquí para hacer sentir culpable a nadie; estamos aquí para exponer la verdad. A través de las alocadas aventuras de Bella con Betty —una huella de carbono no tan adorable—, arrojamos luz sobre los mayores culpables y su responsabilidad en la crisis climática.”

El proyecto está lejos de estar terminado. De hecho, recién ha comenzado una campaña de crowdfunding con el que busca apoyo para su producción. Los registros indican que hay más de 25,000 suscriptores en lista de espera para disfrutar del show, lo que invita a pensar que la recaudación debería transcurrir sin problemas. Después de todo, bastaría con que cada uno de los aficionados colaborara con $1 USD para rebasar con creces la meta de $10,000 USD. Puedes sumarte a la causa aquí.

Finalmente, la producción exalta al apoyo de la gente bajo el argumento de que “queremos mantenernos fieles a nuestra misión y evitar la intromisión corporativa. Contar con los recursos financieros para trabajar de forma independiente es importante. Su apoyo significa mantener el control creativo, mientras ustedes trabajan junto a los creadores. Necesitamos las voces de quienes creen en la animación, la comedia y el clima. Demos la bienvenida a este bebé que rebota en un mundo que lo necesita desesperadamente.”