Animage es una fiesta por sí sola. El Festival Internacional de Animação de Pernambuco celebra doce años de existencia en los que se ha convertido en referente animado en Brasil y toda Iberoamérica. Se apoya en una programación de carácter mundial para lograrlo, una tan original como diversa y que contará con proyecciones, pero también con todo tipo de actividades paralelas que reflejarán de lleno la riqueza animada.

Es también una fiesta pernambucana. Siempre lo ha sido por celebrarse en la entidad federativa brasileira, pero ahora más porque la actual edición será aprovechada para conmemorar el 50° aniversario de la animación local. Se cumple medio siglo del estreno de Vendo-Ouvindo, que dirigida por Fernando Spencer y Lula Gonzaga, marcó un antes y un después, y la efeméride no podía quedar fuera del certamen. Disfruta del cortometraje aquí.

El interés es comprensible y aplaudible. No sólo por compartir territorio, sino por lo mucho que ha avanzado la industria de Pernambuco desde entonces, convirtiéndose en epicentro animado y en tierra de animación. Tanto el cortometraje experimental como el festival han sido decisivos a su modo: el primero representó la primera piedra en una base que no tardó en expandirse, el segundo con sus continuos esfuerzos por impulsar al talento local.

Animage 2022 no será la excepción y así lo demuestra con una muestra especial dedicada única y exclusivamente a la animación pernambucana que ofrecerán un corte representativo de la producción del lugar. Se celebra el pasado con un programa que reconoce a todos aquellos pioneros cuya ansia por contar historias superó con creces la falta de apoyos y estímulos. Nada habría sido posible sin ellos.

Se reconoce también a la generación de artistas dieron los pasos rumbo a la madurez con la profesionalización del sector. Cineastas responsables de cortometrajes proyectados y premiados en diversas partes del mundo, y que dejaron muy en claro que Pernambuco tenía una industria cada vez más sólida.

Para terminar, se celebra el presente desde la consolidación con proyectos que emplean diversas técnicas para contar una amplia gama de historias pensadas a diferentes públicos. Una verdadera industria que además se ha visto enriquecida por los estímulos sonoros, visuales, musicales, multicolores y multiculturales: todo lo que tiene que ver con Pernambuco.

Y porque no podía faltar, un debate para reflexionar sobre lo hecho por ahora, pero también sobre lo que falta por hacer. Después de todo, medio siglo es mucho, pero al mismo tiempo es poco en una aventura animada que todavía tiene muchos episodios por escribir. Seguro que muchos de ellos vendrán de la mano de Animage.