Residencias Academia de Cine, el programa de ayuda a creadores cinematográficos desarrollado por la institución con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, ya cuenta con los proyectos que participarán en su edición 2022. Tras la evaluación de las 730 solicitudes presentadas, se han elegido veinte proyectos, uno de los cuales es de naturaleza animada. Se trata de A veces silencio, película dirigida por Álvaro Robles, codirector del cortometraje nominado al Goya, Umbrellas.

La historia inicia con el nacimiento de Silvia, que deja a los médicos perplejos: tras cortar el cordón umbilical, el bebé parece llorar, pero su llanto no suena. Además, María, la madre, se ha quedado muda. Después de varias pruebas, descubren que todo lo que entra en contacto con la piel de la niña pierde la capacidad de emitir sonido. Ya de adulta, Silvia regenta una pequeña floristería de barrio, heredada de su madre. Decide llevar una vida tranquila y solitaria, consciente de lo que puede provocar a cualquiera que la toque. Sin embargo, cuando se enamora de Marco, un músico de gran talento, su frágil equilibrio comienza a desmoronarse.

La película va en continuidad con la reciente necesidad de realizar historias inclusivas, no solo en materia de raza, género u orientación sexual, sino también en cuanto a diversidad funcional, en este caso, auditiva. Aunque la protagonista de A veces silencio no es sorda, su relación con los demás es a través de la lengua de signos y su conflicto está íntimamente relacionado con su necesidad de contacto.

Esta historia a su vez está condicionada narrativamente por un elemento clave: el sonido. Silvia es consciente de que, al contacto con su piel, cualquier objeto o persona puede perder la capacidad de emitir sonido. Esto no solo le supone una barrera, sino que también simboliza un anhelo, algo que estará siempre fuera de su alcance.

Para contar esta historia de la mejor manera y poder representar el mundo interior de Silvia, Álvaro Robles se decantó por la animación 2D. Aspectos como el acabado artesanal de los fondos en acuarela o la posibilidad de la técnica para representar el elemento fantástico de esta historia, ayudarán sin duda a potenciar su narrativa.

El creativo recurrió a sus redes para celebrar la elección del proyecto, bromeando sobre cómo “he tardado en compartirlo por si acaso se habían marcado un momento LaLaLand en los Óscars. No ha sido el caso, así que toca estar a la altura”. Será el primer largometraje en la carrera del cineasta, luego de una experiencia realizadora que incluye tres cortos, uno de ellos animado, el la mencionado Umbrellas.

Álvaro Robles, junto con el resto de los cineastas, comenzará su residencia artística el próximo 3 de octubre y, hasta finales de junio de 2023, disfrutará de los medios y ayudas necesarias para el desarrollo de sus proyectos audiovisuales. La sede de la institución en Madrid será el espacio en el que se realizará este programa, que ofrecerá una aportación económica de carácter mensual a los creadores; apoyo en los gastos de traslado y alojamiento de aquellos residentes que vivan fuera de la Comunidad de Madrid; asesoramiento de mentores, espacio físico de trabajo, inmersión en las actividades de la Academia y encuentro permanente con la industria.