Alba Sotorra: «Pink Punk Delta es una historia de rebeldía y de fuerza»
La artista profundiza en su nueva inmersión animada tras el éxito de Rock Bottom.
11 de junio de 2025Por Luis Miguel Cruz

Alba Sotorra incursionó en la animación por todo lo alto con la producción de Rock Bottom. Ahora la artista extiende su inmersión desde la dirección de Pink Punk Delta. El proyecto de largometraje parte de una historia íntima que conecta con el paisaje del Delta del Ebro, un entorno que inspira tanto la estética como el espíritu rebelde del filme. La protagonista, una niña en plena transformación, se convierte en el centro de una aventura que mezcla fantasía, naturaleza y una mirada comprometida con el mundo.
La obra en desarrollo da un salto decisivo rumbo a su producción tras ser seleccionada para los Mifa Pitches de Annecy 2025. La cineasta nos comparte en entrevista los orígenes del proyecto, su potente carga simbólica y el camino que ha llevado a su equipo hasta el festival de animación más importante del mundo.
¿Qué es Pink Punk Delta?
Es una historia inspirada en mi infancia que habla de la necesidad de volver a conectar con nosotras mismas, pero también con la naturaleza y con los demás para poder habitar el mundo desde otro lugar.
Es una historia que la protagonista es una niña de once años que se siente desconectada de todo: de sí misma porque esta creciendo y no se reconoce; de su familia porque están trabajando tanto que no tienen tiempo para ella; de su entorno, porque vive en un lugar muy bonito –en el Delta del Ebro, muy cerca de donde yo crecí–, en un entorno rural, pero ese verano está muy enfadada porque todas sus amigas se van de vacaciones a lugares increíbles, pero ella se tiene que quedar porque sus padres tienen problemas económicos. Entonces ese verano que se presenta como el peor de su vida, se va a convertir en un verano lleno de aventuras y de crecimiento, cuando ella empieza a conectar con la naturaleza y descubre una guardería de flamencos donde hace una conexión muy especial con el flamenco, que como ella, es joven.
Pero hay una amenaza: una sequía provoca que desde las ciudades turísticas necesiten agua y se van a llevar el agua del río. Cuando se da cuenta que los flamencos empiezan a sufrir, ella decidirá actuar. Va a empezar una acción en el cielo que va a llamar tanto la atención y que va a acabar llevando las aves de todo el Delta y de toda España.
Su título original era Mar i el Delta, ¿cómo te decantas por Pink Punk Delta?
El cambio es súper reciente, ¡avisamos a Annecy una hora antes de que publicaran! Nos fuimos con todo el equipo de Pájaro y nuestro equipo al Delta del Ebro a hacer unos días de inmersión en el lugar y estábamos pensando un título más original que tenga la parte del femenina, la parte de niñez y de imaginación, y la parte rebelde porque es una historia de rebeldía, de fuerza.
Sus bases se sienten muy autorales.
Bueno, yo creo que una parte autoral fuerte es que está inspirado en una historia de infancia. Entonces hay una parte de historia personal. Todos los personajes están inspirados en gente que conozco. Tiene toques muy, muy locales.
También hay muchos guiños en la cultura de los 90, en lo musical y la estética. Luego la técnica que estamos usando, hacemos una mezcla especial porque vamos a usar el mocap para la animación, pero luego lo decomponemos y al final, a partir de unos modelos 3D, vamos a aplicar unos shades que van a ser totalmente 2D. Y los fondos 2D son súper detallados. Creo que también es bastante autoral.
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¿Cómo se manifiesta el enfoque de género del proyecto?
Al final es la historia de una niña que encuentra su voz y su poder. Y diría que el género está desde un lugar muy ecofeminista, desde la idea de que la naturaleza, la madre naturaleza, es nuestra maestra. A quien debemos mucho aprendizaje, empoderamiento y mucha gratitud. Creo que el mensaje más feminista de la película es desde el ecofeminismo, porque es la naturaleza lo que hace que esta niña, que empieza como una niña insegura, desconectada, se empodere cuando se da cuenta que la naturaleza nunca está sola. Toda esta fuerza le da el poder para para encontrar su propia voz y para encontrarse a sí misma.
¿Cómo recibes la selección de Annecy?
Estamos súper contentas. Es una pasada porque creemos que va a ser un espacio de mucha visibilidad para el proyecto donde ahora mismo estamos buscando aliados internacionales. No tenemos gente de ventas, buscamos distribuidores, buscamos quizá un coproductor más y creo que Annecy es un lugar perfecto para para esto. Para darle este empuje al proyecto y acabar de ayudarnos con la con los aliados.
Has tenido una inmersión muy profunda en la animación. ¿A qué atribuyes este interés?
Nos gustó mucho hacer Rock Bottom. Fue un reto muy grande pero para mí, pero que se estrenara en la competición oficial de Annecy fue un reconocimiento de que, a pesar de que no veníamos del mundo de la animación, el mundo de la animación nos aceptaba. Y pues venga, ¡pues vamos allá a hacer más!