Crítica: Percebes
Alexandra Ramires y Laura Gonçalves se afianzan entre los grandes referentes del arte animado contemporáneo con su exploración a uno de los mayores debates socioeconómicos de la actualidad.
12 de junio de 2024Por Luis Miguel Cruz
Si un árbol cae en el bosque y nadie está ahí para escucharlo, ¿realmente ha emitido algún sonido? Las portuguesas Alexandra Ramires y Laura Gonçalves parecen inspirar su más reciente colaboración, Percebes, en la pregunta que tantos debates ha generado entre científicos y filósofos a través de los tiempos para arrojar un nuevo y no menos complejo cuestionamiento. Si una comunidad replantea la manera en que aprovecha sus elementos más característicos, ¿qué es lo que le queda ante el mundo? No menos importante, ¿sería capaz de sobrevivir bajo las nuevas reglas del juego impuesto por la sociedad global contemporánea?
La dupla detrás de Água Mole se reencuentra para un nuevo cortometraje documental animado cuyas acciones se desarrollan en la región lusa del Algarve que tiene al animal marino titular como uno de sus aspectos más representativos. Un curioso foco que permite ver cómo un pequeño crustáceo que crece sobre las rocas golpeadas por el oleaje puede impactar con tanta fuerza en la vida de incontables personas.
El objetivo no es mostrar la importancia de la especie para la cocina local ni su impacto en la economía del lugar. Es por eso que tal y como han hecho en sus obras anteriores, ya fueran realizadas de manera conjunta o individual, las cineastas no se apoyan en la estadística ni en los archivos, sino que ponen toda su atención en la humanidad en torno al tema. Es así como podemos escuchar los más diversos testimonios sobre este ser, los cuales parten de su extracción y conducen hasta su llegada a la mesa. Todos coinciden en su carácter autentico y natural, muchos de ellos también lo hacen en las preocupaciones sociales, económicas y culturales que manifiestan en el fondo.
“La gente del Algarve siempre ha sido invadida por otras personas”, asegura uno de los entrevistados, “por eso hablando del turismo, el algarvío siempre ha sido desconfiado”. Este sentir cobra fuerza y universalidad en una actualidad marcada por múltiples debates sobre la gentrificación turística que si bien ha potenciado la economía de varios sitios, también ha elevado los costos y ha afectado directamente en la calidad de vida de los lugareños.
Al igual que en sus documentales anteriores, las realizadoras se mantienen firmes ante su carácter documentalista y nunca arrojan una postura sobre estos debates. Para garantizar la objetividad, ceden toda la iniciativa a los habitantes de la región, pero ni siquiera ellos son capaces de decidir qué es lo más conveniente para su óptima subsistencia. Un reflejo de lo complicado del caso.
Dicho esto, los seres marinos que dan título a Percebes también pueden verse como un doble símbolo. El primero de ellos es la diferenciación cada vez más marcada que se da entre las personas en los epicentros turísticos: los que viven en ellos y los sólo están de paso. La especie, tan apreciada por los lugareños, no siempre es bien vista por los fuereños que no saben cómo reaccionar ante sus peculiaridades, ignorantes de que son precisamente estas características las que le dan un carácter único e irrepetible. Caso similar al de la gente que habita en los sitios afectados, que corren el riesgo de convertirse en extranjeros al interior de su propia tierra. Dicho esto, la segunda representación simbólica apunta de lleno a la resiliencia de quienes buscan preservar su cultura en un mundo cada vez más homogéneo. No por xonofobia ni por ningún tipo de rechazo a lo novedoso, lo extranjero o lo moderno, sino por el derecho a mantener una identidad propia ante las olas de la globalización. Una lucha que puede equipararse a la del crustáceo cuya existencia está íntimamente ligada a los incansables golpes de la adversidad.
Esto último deja ver que si el cortometraje documental alcanza la grandeza es por toda la información que comparte, pero también por su esencia poética plasmada en mensaje y estética. Hace tiempo que Alexandra Ramires y Laura Gonçalves alcanzaron la madurez, ahora afianzan el carácter autoral con una obra que las muestra en estado de gracia.
Ya hablamos de lo narrativo, mientras que en el terreno técnico/artístico es difícil no conmoverse con su representación de un mar que pasa de la violencia a la serenidad, una elegante representación de esa dualidad que caracteriza a la vida misma. Tampoco olvidemos ese exquisito travelling frontal que nace del océano y conduce a una panorámica del Algarve que emerge ante nuestros ojos como un hermoso mosaico luso. Ni qué decir del ecléctico diseño de personajes en el que sobresale una cabeza de pescado que manifiesta la desconfianza local por el foráneo. Mención especial para la mujer que se muestra orgullosa por esa corona de flores que porta en la playa y que le da una apariencia inconfundible. La fémina no debe verse como un clavel, sino un percebe algarvío que crece fuerte y orgulloso ante las miradas atónitas de quienes la contemplan.
Percebes asciende así como un nuevo gran triunfo para la animación portuguesa y para el documental animado. No menos destacado, como un logro más en las brillantes trayectorias de Alexandra Ramires y Laura Gonçalves, quienes se afianzan entre los grandes referentes del arte animado contemporáneo y gozan de una presencia cada vez más destacada en el impresionante historial de una industria lusa que no deja de sorprender y enamorar.
Ficha técnica
- Título Percebes
- Dirección Alexandra Ramires (Água Mole), Laura Gonçalves (O Homem do Lixo)
- Año 2024
- País Portugal, Francia
- Técnica 2D, acuarela
- Voces N/D