Crítica: Carmela
Un llamado a nunca bajar los brazos en la defensa de lo que es nuestro por derecho y una muestra del poder social del arte animado.
21 de marzo de 2025Por Viridiana Torres
¿Es Carmela un cortometraje que rememora la participación de las mujeres durante la Guerra Civil Española o que plasma uno de los muchos episodios vividos durante la larga lucha feminista a lo largo de toda la historia? Quizá sea un poco de ambos, pues si hay algo en que coinciden estos sucesos es que los dos están plagados de historias femeninas que permanecen a la espera de ser contadas.
La aquí descrita no se inspira en una persona real, aunque no por ello está exenta de veracidad. Es más la manera en la que el director Vicente Mallols y la guionista Helena Sánchez engloban la historia de cientos de mujeres que participaron activamente en el conflicto bélico con la firme intención de defender sus recién adquiridos derechos durante la Segunda República. Muchas de las cuales llegaron hasta las últimas consecuencias para tratar de alcanzar sus objetivos.
Tal es el caso de Carmela Rico, cuya correspondencia sirve como eje narrativo que deja ver las primeras victorias femeninas en la década de los 30: el voto, el trabajo, el divorcio y las guarderías son solo algunos de los avances mencionados. También para externar “mi ánimo y mi decisión” al momento de tomar las armas para oponerse a un posible retroceso. Vale la pena recordar sus palabras, pues la protagonista nunca externa miedo, duda, nerviosismo o arrepentimiento, ni siquiera en los momentos más oscuros de la trama. Un tratamiento que deja ver el entusiasmo y la perseverancia de las mujeres que no se han rendido –ni se rendirán nunca– en la lucha por la equidad.
Estos mensajes son potenciados de forma brillante desde el carácter simbólico. El más directo de todos, sin duda, el discurso impartido por Clara Campoamor en 1931 en el que cuestiona “¿cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres?”
Más sutil, pero igual de poderoso, es el tratamiento simbólico que se da a un cordel que en un inicio alude a una mecha lenta, para luego convertirse en un hilo de costura, una soga incapaz de retener la fuerza de voluntad de nuestra protagonista, y finalmente en el hilo conductor que une a las mujeres de todos los tiempos que han alzado, alzan y seguirán alzando la voz en la lucha por la igualdad. Que la primera aparición de esta pieza sea en un campo de batalla no es casualidad, como tampoco lo es que la última se realice en un campo de juegos. Es más bien una señal inequívoca de que esta lucha no empieza ni termina en el frente, sino que se extiende por la cotidianeidad de la vida y se hereda a las generaciones venideras.
En lo técnico y artístico, sobresale la intensidad con que el equipo detrás de Carmela se inspira en las artes escénicas, al grado que por momentos pareciera que estamos ante el registro de una obra teatral. Así lo sugiere el minimalismo de los escenarios, con pocos o nulos muros, y dotados de poquísimos props. También el tratamiento de la iluminación, empleada como un refuerzo dramático que se enciende y se apaga ante nuestros ojos, y que recurre a colores extremos como el rojo para exaltar la potencia de la trama. El mejor ejemplo de este tratamiento se da en la secuencia que muestra la convalecencia y recuperación del personaje titular, plasmada con una mera segmentación de los espacios que remite a Dogville (Dir. Lars von Trier, 2003).
La teatralidad también se observa en la presentación final de las marionetas. Es común que las producciones stop motion eliminen digitalmente las ranuras que quedan entre las piezas de reemplazo facial para la gesticulación. No es el caso de Carmela, que las mantiene casi de principio a fin, lo que puede verse como una celebración a esta técnica artesanal.
El carácter metanarrativo del corto también apunta con destreza al terreno audiovisual. Las transiciones de contexto ligeramente maltrechas que aluden a las viejas imágenes de archivo, así como la relación de aspecto de 4:3, dotan a la obra de una esencia más bien noticiosa, lo que estrecha los lazos entre la realidad y lo visto en la pantalla.
El cortometraje culmina con un fuerte punto de conexión entre pasado, presente y futuro, que se convierte en un enlace entre realidad y ficción. Porque Carmela va más allá del conflicto bélico para alzarse como la historia de muchas mujeres a través de los tiempos, incluyendo todas aquellas que continúan alzándose hasta la actualidad y en todos los frentes: en las marchas, pero también en el trabajo, las instituciones educativas y los hogares. Como bien dice la protagonista, “entre todas estamos defendiendo nuestra historia. Es ahora”.
Carmela es una invitación a recordar que lo avanzado en materia de igualdad no fue producto de la casualidad, sino una victoria directa de las mujeres. Es también un recordatorio de que lo ganado nunca debe darse por sentado, menos aún en una actualidad marcada por tantas incertidumbres globales en torno a los derechos femeninos. Un llamado a nunca bajar los brazos en la defensa de lo que es nuestro por derecho y una muestra del poder social del arte animado.
Ficha técnica
- Título Carmela
- Dirección Vicente Mallols (The Inner Life)
- País España, Francia
- Año 2025
- Técnica Stop motion
- Voces Empar Ferrer, Gloria March, Mireia Palau