La animación es cine. Esto mismo le permite deambular por las más diversas producciones. Tal es el caso del documental. Hablamos, después de todo, de dos fuerzas que se han unido en múltiples ocasiones para contar hechos que han sucedido o que están sucediendo y que no deben perderse. Todo lo contrario, su importancia exige que lleguen al público para garantizar la visibilidad del mensaje.

A pesar de sus amplísimas posibilidades, el documental animado no es tan recurrente. Sin embargo, el número de títulos ha aumentado considerablemente en los últimos años, con todo tipo de obras concebidas desde las técnicas más diversas. Iberoamérica no es la excepción a la regla, donde ha sido aprovechado para relatar todo tipo de fenómenos sociopolíticos de la región a lo largo de la historia.

A continuación, una lista con cinco documentales animados del bloque iberoamericano que nadie debe perderse.

Un día más con vida (Dir. Raúl de la Fuente, Damian Nenow, España, Polonia, Alemania, Bélgica)

Es común que el cine romantice al periodismo. No es el caso de Un día más con vida, que adapta el libro homónimo del periodista polaco Ryszard Kapuściński para adentrarnos de lleno en la guerra civil angoleña. Esto desde una fórmula más bien inusual, la cual recurre a la animación para plasmar el viaje del personaje central, y a las entrevistas en acción real con testigos de los hechos como un importante complemento. El resultado es una película que sorprende, impacta y que es virtualmente imposible de etiquetar. Algo que poco importa, pues lo verdaderamente relevante es el poderío de sus mensajes: su exploración a las secuelas de la Guerra Fría, su representación de los horrores de la guerra y su exaltación de la labor periodística desde la mirada de un hombre cuya vida y profesión cambió para siempre tras su inmersión en el conflicto africano.

O Homen do Lixo (Dir. Laura Gonçalves, Portugal)

Si O Homen do Lixo se ha convertido en uno de los cortos documentales más celebrados del panorama contemporáneo es por la manera en que parte del más puro intimismo para abordar la situación de tantísimas personas. Es la historia de un hombre, tío de la propia realizadora, que vivió la Guerra de las Colonias y la posterior migración a Francia, donde trabajó como basurero por más de 30 años. El relato se hace desde la memoria familiar, lo que permite la erradicación de los formalismos, reemplazados por lo que más bien parece ser una plática de sobremesa. Es así como los entrevistados rememoran la vida de un personaje, no sólo desde el más alegre recuerdo, sino desde los objetos que rescataba de la basura para darles una nueva vida. Una exquisita metáfora de las segundas oportunidades que todos merecemos.

Home Is Somewhere Else (Dir. Carlos Hagerman y Jorge Villalobos, México, EEUU)

México es un país plagado de historias migratorias. Muchas apuntan al sueño americano, pero buena parte de éstas han quedado marcadas por el miedo y la incertidumbre. Home Is Somewhere Else plasma estas dualidades con tres relatos que muestran los dilemas que implica vivir sin papeles en la primera potencia mundial. El poderío de las historias se ve favorecido por el uso de estilos animados completamente distintos para cada una de ellas, resultado de la colaboración con diferentes estudios. Y como eje central José Eduardo Aguilar, mejor conocido como el Deportee, quien aprovecha su destreza verbal para conducirnos por la realidad de miles de personas que no hacen sino esperar una solución a sus problemas para así disfrutar de una vida plena.

Cadê Heleny? (Dir. Esther Vital, Brasil, España)

El cine está lleno de historias de activistas desaparecido. Si Cadê Heleny? es una de esas que permanece en la memoria no es sólo por la fuerza de su historia, sino por la destreza narrativa y técnica que exhibe. El corto documental recurre a la dramatización animada para mostrar los esfuerzos de una luchadora social durante la dictadura brasileña, la cual es acompañada por una serie de reveladoras entrevistas en off. Verdaderamente inolvidable es la manera en que la directora se apoya de lleno en el trabajo de las arpilleras. Se trata de una artesanía hecha a base de bordados de cortes de tela sobre sacos de papa creada por grupos de mujeres chilenas para denunciar la desaparición de familiares durante la dictadura de Augusto Pinochet. Esto abre camino a una producción stop motion sumamente poderosa y que aprovecha de lleno el material para arrojar un durísimo mensaje político destinado a permanecer por siempre en la memoria.

Relatos de reconciliación (Dir. Rubén Monroy, Carlos Santa, Colombia)

Relatos de reconciliación es uno de los títulos que mejor plasman las cualidades de la animación en la producción documental. Una obra que se olvida de convencionalismos para decantarse por lo experimental en la representación de las incontables víctimas de violencia en Colombia. Una decisión que valiente que garantiza una diferenciación, pero sobre todo que fomenta una mayor conexión emocional con los entrevistados. Una obra dura pero imprescindible para entender los horrores que han atravesado tantas personas en nuestra región, pero también imprescindible para soñar con una reconciliación que permita alcanzar la paz.