La historieta y la animación cubana están de luto. Esto luego de que el artista Jorge Oliver Medina, creador del Capitán Plin, Rui la Pextex y el resto de personajes clásicos de La Isla del Coco, falleciera este lunes 18 de septiembre de 2023 a los 75 años. La noticia fue revelada por autoridades culturales del país y confirmada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

Jorge Oliver Medina nació en capital de su país el 15 de diciembre de 1947. Siempre mostró una enorme pasión por el trabajo creativo, razón por la cual se licenció en historia del arte en la Universidad de La Habana.

Su labor profesional fue sumamente prolífica, ya que fue ilustrador, escritor, periodista, presentador de televisión y director de animación. De todas estas rutas, su favorita siempre fue la de la literatura infantil. Fue precisamente por esto que fundó y dirigió la revista Zunzún donde publicó incontables historias que marcaron a los lectores generaciones. No conforme con esto, también colaboró con muchas otras publicaciones.

Su paso a la inmortalidad llegó con La Isla del Coco, historieta que debutó en 1981 y cuyo éxito fue tan grande que no tardó en saltar a otros formatos. Esto incluye la animación con una serie animada y algunos videoclips, además del impreso con tres libros que fueron respectivamente publicados en 2001, 2004 y 2020. La cercanía de este último deja claro que su obra continúa vigente hasta nuestros días.

Los orígenes de esta historia se remontan a otra leyenda creativa como es el caso de Juan Padrón. Así lo confesó el propio Jorge Oliver Medina al recordar que “Ian Ernesto, el director de Habanastation, de pequeño era muy intranquilo. Su padre, Juan Padrón, lo entretenía haciéndole cuentos. Un buen día Juanito le fabuló que el gato verde tenía una espada y luchaba contra ratones piratas. Al otro día me hizo la anécdota y se me ocurrió crearle un mundo completo al gato. Plin y la Isla del Coco vieron la luz posteriormente; por primera vez, en el número 8 de la revista Zunzún” [vía].

Si bien muchos de estos personajes fueron concebidos a modo de propaganda para la Organización de Pioneros José Martí, su transición al terreno infantil requirió un replanteamiento total de su construcción simbólica. Fue así como dejaron de plasmar elementos negativos, críticos o controvertidos y empezaron a reflejar valores como la amistad, el compañerismo, la lealtad y el amor a la patria. Un aspecto muy importante dentro de la historieta y la animación cubana de la época.

La ICAIC despidió al artista con una emotiva publicación en la que recuerda a “el hombre, el hermano, el amigo, el trabajador incansable”.

No menos conmovedora ha sido la ilustración de Zunzún que muestra al artista con sus personajes más icónicos y en la que le agradece por hacernos felices.

Como bien dice la revista, “Jorge Oliver Medina ya no está entre nosotros, pero siempre quedará su obra”. Una que continúa arrancando sonrisas y que garantiza la inmortalidad de uno de los grandes artistas iberoamericanos de todos los tiempos.