Si el mundo natural está plagado de curvas, ¿por qué tantos objetos que nos rodean tienen forma cuadrada? Desde las habitaciones de nuestras casas y oficinas hasta las pantallas en donde leemos esto. Esta interrogante sirvió como punto de partida para que Diego Guzmán concibiera La otra forma.

La película nos introduce en un mundo regido por la artificialidad propia de las líneas rectas, que ya no sólo se limitan a la arquitectura y al diseño, sino que se extienden por la sociedad. Ésta se ha obsesionado de tal modo con lo cuadriculado que hará lo que sea por adaptar su cuerpo para que adquiera esta forma. Un deseo que no se limita a la moda, sino que se extiende a las presiones de las autoridades al ser la única manera de poder participar en un programa que traslada a la gente a una anhelada existencia en la Luna.

Resulta irónico que La otra forma, una cinta que apoya sus bases en esta figura geométrica, sea todo menos cuadrada. Todo lo contrario, es una obra sumamente original en su historia, pero también en su producción. Y es que la creación de un mundo sustentado sobre lo recto obligó a todo el equipo a pensar fuera de la caja para resolver hasta el más mínimo detalle del modo más imaginativo posible. Una serie de dilemas que iban del diseño de los personajes hasta la suposición de cómo sería su existencia en la vida cotidiana.

Fue así como se realizó un filme poderoso en lo narrativo y lo estético, pero también en lo simbólico. Una película que arroja una dura crítica a la sociedad contemporánea y esa desesperación por encajar que invariablemente atenta contra nuestra identidad. Un mensaje potente que no ha pasado desapercibido y que ha resultado en un paso brillante por varios eventos fílmicos de primer nivel: estreno en Annecy, victorias en Chilemonos y Sitges, y una nominación a Mejor película en los Premios Quirino.

“Las historias se están desgastando en otras partes del mundo”, nos confiesa Diego Guzmán, “y aquí todos tenemos unas ganas inmensas de contar nuestras historias, entonces toca aprovechar. El mundo está mirando también para acá”. Ya lo creemos que sí.

Radix habló en exclusiva con Diego Guzmán, escritor y director de La otra forma. El artista compartió con nosotros los orígenes e inspiraciones de su obra, los pormenores enfrentados en un proceso de producción que implicó la cuadratización total del entorno y los personajes, así como de su franca emoción por la posibilidad de poder contribuir al legado de la animación colombiana e iberoamericana.