Crítica: Él corrió junto a su camarada
El director Genís Rigol presenta un cortometraje duro, pero que sorprende en todo momento en trama y técnica.
4 de octubre de 2022Por Viridiana Torres
Una de las muchas claves para que cualquier narrativa tenga éxito es que no deje de sorprender a su público. Genís Rigol lo entiende y aplica el consejo continuamente en Él corrió junto a su camarada, siendo un factor decisivo para que el cortometraje se vuelva inolvidable.
Porque historias que enfrenten las diferencias sociales hay muchas, pero como ésta, muy pocas. Un empresario se ve aquejado por su posición en un ranking de popularidad entre millonarios y decide llegar hasta las últimas consecuencias para mejorar su sitio. La sinopsis no sugiere una historia realmente distinta a tantas otras, pero es necesaria con el fin de evitar cualquier spoiler que arruine la experiencia. Por eso lo mejor es leerla con literalidad para empezar a imaginar hasta dónde sería capaz de llegar una persona sin escrúpulos para concretar sus objetivos por absurdos que estos sean. Sobre todo, sin importar las vidas que pudiera arruinar en el camino.
Lo bueno es que las sorpresas mencionadas al inicio de esta crítica no se limitan a la trama, sino que se extienden por muchos otros territorios por los que podemos deambular con mayor libertad. El primero es su estética caricaturizada, que remite en diseño y animación a los clásicos más añejos de Walt Disney, Max Fleischer y Walter Lantz, sólo que privados de su carácter más amable que es reemplazado por movimientos erráticos para generar sensaciones de incomodidad. Como cuando el personaje central lee su nombre en el impreso y se retuerce de desesperación, o peor aun cuando el secundario ve alterada para siempre su existencia por ser la pieza de un juego enfermizo del que nunca pidió formar parte.
Acerca de la estética también están los colores. Él corrió junto a su camarada no tiene balance entre fríos y cálidos, la paleta se inclina completamente por estos últimos, priorizando además los amarillos apagados que representan una sociedad enferma y sin una cura a la vista.
Las otras sorpresas son de carácter auditivo, con la elección de ruidos chirriantes como acompañamiento de los movimientos extremos. También con los diálogos, o la falta de, al tratarse de sonidos ininteligibles y pesadillescos que hacen dudar al público sobre si realmente escuchó lo que pensaba o si todo fue un producto de su imaginación.
Quizá el elemento menos original sea el protagonista, pero esto no debe verse como una debilidad. El cerdo es un símbolo recurrente, pero también uno muy poderoso cuando es usado con destreza como es este caso. Su carácter antropomorfo, sus expresiones, sus evidentes miedos y todo lo referido anteriormente hacen que sea imposible imaginar a alguien más en el papel.
Por supuesto, el desenlace, que no develaremos por cuestiones obvias, pero que es la perfecta representación de un final sorprendente. Uno que permanece en la memoria por lo impactante que es, y que va en perfecta concordancia con un cortometraje tan duro que por momentos es difícil de ver. Pero vale la pena el esfuerzo, pues Él corrió junto a su camarada invita a pensar que lo mostrado en pantalla no se aleja tanto del absurdo mundo en que vivimos. He ahí la verdadera tragedia de la historia.
Ficha técnica
- Título Él corrió junto a su camarada
- Director Genís Rigol
- Año 2022
- País España
- Técnica 2D
- Voces originales N/D
- Disponible en N/D