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Cortometrajes

Crítica: Umbrellas

Un mundo de lluvia constante, un padre ansioso por resguardar a su hija de la misma y una historia con las cualidades necesarias para permanecer en el recuerdo del público por generaciones.

9 de septiembre de 2022
Por Luis Miguel Cruz
Crítica: Umbrellas
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El amor familiar, la sobreprotección parental, los miedos propios de la existencia misma y el atreverse a salir de la zona de confort para vivir. Son temas que han sido tocados en infinidad de historias a través del tiempo, pero que bien tratados siguen siendo tan potentes como la primera vez. Tal es el caso de Umbrellas, que apoyado en altísimos valores narrativos, técnicos y simbólicos, resulta en una historia fascinante e inolvidable.

Aunque la premisa es sencilla, la ejecución no lo es. Un mundo de lluvia constante y un padre ansioso por resguardar a su hija de la misma. Tanto, que termina infundiéndole un enorme miedo a cualquier otro espacio que no sea la seguridad de un paraguas. Esto hace que la preocupación de ambas partes sea mayor cuando un infortunio los obliga a separarse en medio de la lluvia. Bases realistas, pero que se ven empapadas de tintes fantásticos en los momentos clave de la historia. 

Todos ellos, como bien sugiere el título, provienen de los paraguas. Así, en plural, porque no puede decirse que estos sean un personaje más dentro, sino que realmente son aprovechados como una representación simbólica de los sueños y pesares del ser humano. Su tratamiento más recurrente y evidente es el da la protección que brindan, en una auténtica burbuja que evita toda amenaza. Pero su resguardo no es perpetuo ni infalible, pues como bien muestra el corto, los dispositivos son susceptibles de desperfectos, roturas o incluso pérdidas, lo que enfatiza la falsa sensación de seguridad en un mundo en el que eventualmente debemos mojarnos. No por la búsqueda voluntaria de situaciones de riesgo, sino porque así lo exige nuestra propia existencia. Todo esto se logra con una lluvia engañosa, que a ojos de los personajes representa el peligro, pero que en el fondo no es sino la vida misma con todas sus alegrías y decepciones.

Tal vez los paraguas serían más que suficiente para la construcción de estos mensajes, pero la producción encabezada por José Prats y Álvaro Robles no se conforma y los recalca con una serie de decisiones técnicas sumamente complejas. Todas ellas determinantes para que Umbrellas encuentre su esencia y su diferenciación en una industria animada altamente competitiva. Tal sería la barba del padre cuya forma emula a los objetos titulares para enfatizar la sobreprotección que brinda a su hija y que añade desafíos importantes al limitar el posicionamiento de la cámara a una perspectiva netamente frontal con el fin de mantener la ilusión. O la zona de protección que sobresale por su brillo y colorido en un mundo casi completamente gris.

Esto último resulta especialmente curioso porque la gran mayoría de los audiovisuales buscan la sutileza en las transiciones de luz y color con el fin de evitar saltos visuales abruptos que resulten distractores. Aunque Umbrellas es respetuoso con la fórmula, no la sigue de un modo tajante, lo que es clave para enfatizar las sensaciones de los personajes en un mundo que se torna cada más peligroso conforme el clímax se acerca. A esto se suman las acuarelas que sirven como escenario y que si bien apelan a estudios como Ghibli o Cartoon Saloon, dan una estética única a un proyecto que no vacila en presumir su carácter artesanal y artístico.

Tampoco nos olvidemos del sonido, que tantas veces ocupa un rol secundario para las audiencias cuando realmente se trata de un elemento fundamental. Así lo demuestra el corto de Prats y Robles, con una lluvia constante pero que suena distinta según el sitio donde nos ubiquemos: el interior del hogar, bajo un árbol o bajo la seguridad del paraguas donde se aprecia el golpeo cercano de las gotas al impactar. Todo esto respaldado por una banda sonora de primer nivel a cargo de Pablo Mirete.

Umbrellas es un cortometraje redondo en todos los aspectos, fascinante en su técnica y en su historia. Cualidades propias de todos aquellos proyectos que merecen permanecer en el recuerdo del público por generaciones.